Hace 2.490 años, 300 guerreros espartanos dieron su vida por Grecia. Eran atletas militares, entrenados hasta la saciedad en los áridos parajes de lacedemonios. Entonces, el altruismo extremo era posible en la realidad, no sólo en la literatura. Ahora, hay un 30% de obesos en Estados Unidos y un 20% en Europa; se ven cuatro horas de televisión al día en Estados Unidos y 3-4 horas en Europa; y los ideales están puestos en las delicias que proporciona el becerro de oro. No cabe duda de que nos hemos vuelto más cómodos y de que la valoración de la excelencia ha cambiado de signo. ¿Hemos perdido la sensibilidad para el heroísmo?, ¿ha desaparecido el espíritu de lucha?, ¿conservamos el altruismo por la comunidad? Cuando Nietzsche profetizó a finales del siglo XIX, que los dos siglos posteriores al suyo serían los siglos del nihilismo, no se equivocaba. Hemos suavizado las costumbres hasta tal punto que no parecemos seres terrestres, sino ángeles en una esfera de cristal. Somos extraterrestres en nuestro propio planeta. Es necesario investigar cuál era el espíritu de lucha en el mundo clásico, cuáles eran sus ramificaciones, por qué luchaba y cómo evolucionó todo esto.
Entre los ideales que se consideraban excelentes en la época clásica, hay que destacar el honor. No se puede concebir el honor independientemente de las virtudes porque es el reconocimiento al comportamiento virtuoso. Hay que ver, por tanto, con qué virtudes está relacionado. El honor es un ideal muy persistente, lo encontramos en toda su plenitud en la Ilíada y en la Mahabharata, pero también, casi con la misma plenitud, en la época del Imperio romano. ¿Cuál es la evolución del honor?, ¿cuándo desaparece?, ¿por qué desaparece?
Eugenio Gil Borjabad
EL HÉROE Y LA EXCELENCIA
El Héroe en la visión indoeuropea
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