"El solsticio de invierno constituyó
una especie de punto crítico, vivido en una perspectiva dramática
durante el período en que los arios originarios no habían abandonado
aún las regiones, sobre las que se había abatido un clima ártico y la
pesadilla de una larga noche. En estás condiciones el punto del
solsticio de invierno -el más bajo de la eclíptica- aparecía como aquel
donde "la luz de la vida" parecía apagarse, desaparecer, precipitar en
la tierra helada y desolada, en las aguas o en la sombra do los
bosques, de donde, inmediatamente se eleva de nuevo desprendiendo una
nueva claridad. Entonces, nace una nueva vida, se inicia un comienzo,
se abre un nuevo ciclo. La "Luz de la vida" se vuelve a alumbrar. El
"héroe solar" surge o renace de las aguas. Más allá de la oscuridad y
del frío mortal, se vive una nueva liberación. El Árbol simbólico del
Mundo y de la vida se anima con nuevas fuerzas. Está en relación con
todos estos significados que, ya en la época de la prehistoria,
milenios antes de la era vulgar, un gran número de fiestas sagradas
celebraron la fecha del 25 de diciembre, como fecha del nacimiento o
renacimiento, en el mundo como en el hombre, de la fuerza solar. Pocos
saben que incluso el tradicional Árbol de Navidad, todavía en uso en
numerosos países, pero relegado al papel de juguete para niños y de
costumbre para las familias burguesas, es una supervivencia miserable
de la antigua y severa tradición aria y nórdico solar. Este árbol,
siempre de la familia dé las coníferas, semper virens, planta
que no muere durante el invierno, reproduce el arcaico Árbol de la Vida
o del Mundo que, en el solsticio de invierno, se ilumina de una nueva
luz, expresada precisamente por las velas que lo decoran y que se
alumbran en esa fecha. En cuanto a los regalos que se cargan en sus
ramas -hoy simples regalos para niños- representan efectivamente el
simbólico "don de la vida", propio de la fuerza solar que nace o
renace. Pero el momento donde el semper virens (la planta que
permanece verde y que no muere jamás) se renueva y se ilumina en el
simbolismo primordial es idéntico a aquel en el que el "héroe solar"
surge de las aguas. Según un mito que se ha perpetuado hasta la Edad
Media, tras haber jugado un papel importare en las leyendas relativas a
Alejandro Magno, el Árbol Cósmico es también un Árbol Solar en
relación estrecha con el llamado "Árbol del Imperio", Arbor Solis,
Arbor Imperii."
Julius Evola, "Navidad solar"
Recomendamos también la lectura del texto poético sobre le solsticio que ha publicado Juan Pablo Vitali en su blog Euroamérica
Recomendamos también la lectura del texto poético sobre le solsticio que ha publicado Juan Pablo Vitali en su blog Euroamérica
así como el texto completo de Navidad Solar de J.Evola