Como era previsible, la matanza que acaba de tener lugar en Noruega ha empezado a proporcionar argumentos a cierto deformadores de opinión patentados, para acusar a una “extrema derecha” más mítica que real, a la cual, en un segundo momento, y según un procedimiento de amalgama bien conocido, se tratará de asimilar con movimientos políticos nacionales que evidentemente no tienen nada que ver, ni de cerca ni de lejos, con esta horrible masacre.
El presunto asesino, un cierto Anders Behring Breivik, es presentado así como un “fundamentalista cristiano”, por haber visitado sitios en Internet merecedores de esa calificación. Ahora bien, el sitio “Nouvelles de France”, bajo la firma de Eric Martín nos informa de que, si él se describe en facebook como “cristiano” y “conservador”, lo cual no es en absoluto original en Noruega, en cambio, en sus actividades, no evoca ninguna actividad religiosa sino solamente su pertenencia... a la masonería, ¡lo que es cualquier caso menos corriente! Pertenecería a la logia John Pillers (« Søilene », en cuyo sitio de internet figura en efecto como adherente un tal Anders Behring). ¿Por qué los medios no mencionan este hecho, poco compatible con el “fundamentalismo cristiano”?
Del atentado de la sinagoga de la rue Copernic a la profanación de Carpentras, no faltan manipulaciones contra la derecha nacional y los defensores de los valores tradicionales.
La verdad es que no podría haber responsabilidad colectiva. Un asesino sólo compromete a sus cómplices efectivos y a sí mismo. Que el autor de este crimen sea cristiano, masón, esto o aquello, no compromete más a unos o a otros que a los ecologistas que no fueron responsables de los crímenes del militante ecologista Richard Durn, que en 2002 abatió a ocho electos del Consejo municipal de Nanterre e hirió a otros catorce.
Bruno Gollnisch
Diputado europeo del Front National
El presunto asesino, un cierto Anders Behring Breivik, es presentado así como un “fundamentalista cristiano”, por haber visitado sitios en Internet merecedores de esa calificación. Ahora bien, el sitio “Nouvelles de France”, bajo la firma de Eric Martín nos informa de que, si él se describe en facebook como “cristiano” y “conservador”, lo cual no es en absoluto original en Noruega, en cambio, en sus actividades, no evoca ninguna actividad religiosa sino solamente su pertenencia... a la masonería, ¡lo que es cualquier caso menos corriente! Pertenecería a la logia John Pillers (« Søilene », en cuyo sitio de internet figura en efecto como adherente un tal Anders Behring). ¿Por qué los medios no mencionan este hecho, poco compatible con el “fundamentalismo cristiano”?
Del atentado de la sinagoga de la rue Copernic a la profanación de Carpentras, no faltan manipulaciones contra la derecha nacional y los defensores de los valores tradicionales.
La verdad es que no podría haber responsabilidad colectiva. Un asesino sólo compromete a sus cómplices efectivos y a sí mismo. Que el autor de este crimen sea cristiano, masón, esto o aquello, no compromete más a unos o a otros que a los ecologistas que no fueron responsables de los crímenes del militante ecologista Richard Durn, que en 2002 abatió a ocho electos del Consejo municipal de Nanterre e hirió a otros catorce.
Bruno Gollnisch
Diputado europeo del Front National
Fuente: ID Press
