Paro, inmigración, deslocalización, recortes sociales, usura permitida y generalizada, sumisión al poder de la finanza internacional, destrucción de la industria local, gasto social provocado por la inmigración, partidos políticos y sindicatos oficiales vendidos a los poderes de la finanza, indefensión del trabajador autóctono, edades de jubilación inaceptables, limitación de la maternidad de la mujer trabajadora, despidos masivos mientras las grandes empresas reparten más beneficios que nunca ...
Nada que celebrar.
Todo por lo que luchar:
Boicot a los partidos y sindicatos que no representan a los ciudadanos autóctonos, que con una situación de paro gravísima se obstinan en integrar y apoyar la llegada de una inmigración innecesaria y con un coste social altísimo que redunda en la debil situación del obrerto autóctono.
Creación de sindicatos nacionales, que apoyen los intereses de los trabajadores autóctonos y que sean independientes de los poderes financieros mundialistas.
Apoyo a los partidos identitarios para la superación de las políticas suicidas de los organismos vendidos y la creación de nuevas políticas sociales, eficaces e identitarias.
Apoyo al comercio y a la industria local.
Revitalización del consumo de productos locales.
Políticas de preferencia nacional: el trabajo de casa, para los de casa.
Unidad de acción para forzar una política social y laboral eficaz que distribuya la producción y los beneficios con el único objetivo de mantener la comunidad nacional de la manera más justa, con una producción y unas materias primas correctamente gestionadas, sin ingerencia de poderes económicos ajenos a la comunidad nacional, no hay necesidad de acabar con la conciliación del trabajo y la vida familiar, limitar la maternidad de las mujeres trabajadoras, aumentar la edad de jubilación, las horas de trabajo, paralizar el aumento de los salarios, o destruir el empleo.
Políticas de penalización de despido y de incentivación del empleo
Paralización inmediata de la colaboración de las instituciones con la deslocalización empresarial. Forzar políticas de penalización y castigo para las empresas que se lleven el trabajo fuera de Europa.
Pleno apoyo a las políticas de incentivación de la maternidad asegurando el sostenimiento de coberturas sociales para las madres trabajadoras que deseen cumplir con la función de la maternidad.
Son muchas las justas y lógicas reivindicaciones de los trabajadores. Muchas las leyes que deberían ser aprobadas en las cámaras de representación y pocos o ninguno los electos públicos dispuestos a llevarlas a cabo. Por el momento. Nuestros representantes parlamentarios y sindicales ni las escuchan , ni luchan por ellas Su tiempo ha acabado.
Es hora de luchar por lo que es nuestro.
Nadie lo hará por nosotros.