Ayer se conocía que finalmente el autor de los atentados de Toulouse era un islamista de origen argelino que decía pertenecer a Al-Qaeda. Hoy ha sido reducido y abatido por la policía francesa en su refugio de Toulousse. Las imágenes de la candidata del Front National han desaparecido como por ensalmo de los telediarios una vez abandonada la pista apuntada por algunos medios interesados de que el asesino podía ser un miembro de eso que llaman la "extrema derecha". No es la primera vez que los medios de comunicación y otros organismos interesados intentan hacer creer a la población de una inexistente relación entre violencia o terrorismo con los partidos identitarios usando esa vaga calificación de "extrema derecha" en la que incluyen a cristianos fundamentalistas, racistas psicóticos o liberales radicales como el asesino de Noruega del pasado verano. Incluir a un fundamentalista islámico en la misma no es posible para los medios, el grado de manipulación todavía no está tan avanzado, así que el crimen para la opinión pública ha quedado como lo que es, un oscuro y triste atentado cuyo ejecutor es un fanático islamista de origen magrebí, y la prensa se ha contentado con ampliar profusamente en las noticias las declaraciones de Sarkozy y Hollande. Marine Le Pen, ahora sí, ha desaparecido como por ensalmo, a pesar de formar parte de los tres candidatos con mayor intención de voto en las próximas eleciones francesas. Esperemos, no obstante, que el electorado francés, tome nota de lo que ha sucedido y de los intentos de intoxicación informativa. El Front National, como partido identitario lucha precisamente para que hechos como este no sucedan, y además no existen las ideologías violentas, existen personas violentas. Al fín y al cabo, pretender condenar una ideología en su conjunto es como pretender condenar una a una raza o a un género en su conjunto.
Enric Ravello, especialista en temas internacionales, publicó ayer en su blog un análisis sobre estos hechos así como sus repercusiones en los comicios presidenciales del país vecino, dentro de la serie de textos que sobre las elecciones presidenciales francesas está publicando en dicho blog:
Islamista radical, 24 años, fanático de la yihad, de origen argelino pero francés “de papeles”, miembro de esa oscura organización llamada Al-.Qaeda, así es el autor de los atentados que han sacudido Francia estos días. Mohamed Merah, el autor de las matanzas, no tiene nada que ver con lo que desde el primer momento la prensa oficialista hipotetizó (¿podemos decir “deseó”?).
Los enloquecidos atentados no han tenido el final que muchos observadores comentaban de forma tan poco profesional como precipitada y malintencionada. No se trata de un varón blanco, ni un radical de ultraderecha, ni un “neonazi”, la prensa no ha podido seguir usando esos calificativos con los que renuncia a entablar cualquier debate ideológico con las ascendentes formaciones identitirias, a las que quiere expulsar –sin lograrlo– del debate político mediante la inquisitorial método del sambentio, y es que la prensa oficialista cada vez tiene menos espacio para el debate y más para el insulto, señal del declive de la inteligencia de sus redactores.
Como nos recuerda el eurodiputado del FN, Bruno Gollnisch, no es la primera vez que se usa este tipo de despreciables argumentos y falsedades contra el Front National
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