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viernes, 21 de enero de 2011

UNA NIÑA LEBENSBORN; LA HISTORIA DE FRIDA, CANTANTE DE ABBA



ANNI-FRID DEL GRUPO SUECO ABBA FUE UNA NIÑA LEBENSBORN

Las caras de los cuatro componentes del grupo sueco ABBA se convirtieron en un icono de la música pop en los años 70.  Su canciones ocuparon constantemente los primeros puesto de la listas de éxitos, más de treinta años después sus versiones siguen conquistando éxitos como lo demuestra el musical y la película “Mamma Mia”.
El grupo estaba formado por dos matrimonios que terminarían divorciándose:  el de Björn Ulvaelus con Angheta Fältskog (la “rubia”) y el de Benny Anderson (“el de barba”) con Anni-Frid Lyngstad más conocida por Frida (“la morena” o la “pelirroja”).  Los tres primeros eran suecos, Frida no, era de nacionalidad noruega, como su madre, su padre fue un sargento alemán de nombre Alfred Haase. Frida era una de las niñas que nació dentro del proyecto Lebensborn de las SS.
La Sociedad Lebensborn se creó el 12 de diciembre de 1935 por Heinrich Himmler, el jefe de las SS, para promover una política de eugenesia primero en Alemania y luego en toda Europa. La Sociedad daba todo tipo de facilidades e incentivos para que las parejas alemanas para que pudieran tener el mayor número de hijos posible.  La Sociedad tuvo también la función de ejercer como institución benéfica para las mujeres de los oficiales y soldados de las SS, luego esta función se amplió también a mujeres embarazadas o que ya habían dado a luz pero que necesitaban ayuda, siempre que cumplieran los necesarios requisitos raciales.
El primer Lebensborn fuera de Alemania fue creado precisamente en Noruega, donde llegó a haber 15, siendo su principal objetivo ayudar a los niños de los soldados alemanes y las mujeres noruegas.

Tras la “liberación”  se inicia la persecución de niños.
El “gobierno” noruego en el exilio, supuesto representante de una autoproclamada Noruega “libre”, lanzó todo tipo de ataques contra estos niños con edades comprendidas entre los pocos meses y los tres años, danto una muestra de villanía difícil de igualar y advirtiendo a sus madres de que cuando los alemanes se marchasen a sus pequeños les esperaba un futuro sombrío.
 La llamada liberación y consiguiente instauración de un régimen demo-liberal fue el inicio de un infierno para los más de 10.000 niños nacidos en el proyecto Lebensborn.  Con la liberación pasaron a ser llamados los “mocosos nazis” y sus madres “putas de los alemanes”.
Después de la victoria aliada, unas 14.000 mujeres noruegas fueron llevadas a campos de concentración donde eran sistemáticamente torturadas y violadas., durante el año y medio de condena a trabajo forzados al que fueron condenadas.
Muchos de sus hijos  fueron requisados y terminaron abandonados en orfanatos, donde sufrían violaciones y abusos sexuales consentidos y permitidos por las “autoridades”. Otros fueron calificados de “retrasados” y encerrados para siempre en clínicas mentales. Según lo prueban documentos oficiales muchos de ellos fueron usados por el Ejército noruego y por la CIA para experimentar en ellos los efectos del LSD, de la mescalina y de otras sustancias. Se les consideraba “genéticamente peligrosos” y “capaces de reorganizar el fascismo en Noruega”.
El Gobierno noruego pensó en deportar a los niños a Alemania o a Australia, pero los Gobiernos de Bonn y Canberra se negaron a aceptarlos.
A los niños internados en orfanatos, no se les permitió ser adoptados por ninguna familia noruega, con lo que sólo pudieron salir al alcanzar la mayoría de edad.  Muy pocos pudieron lograr un trabajo y formar una familia.

La abuela de Annie-Frid huye a tiempo.
“Mi madre murió cuando yo tenía dos años. Mi abuela decidió trasladarse a Suecia, quería liberarme del odio que había hacia los alemanes. Durante varios años vivimos como nómadas. Mi abuela era sembradora y, para conseguir trabajo, teníamos que ir de un lugar a otro. Al final nos instalamos en una casa de Torshälla. Aunque algunos años fueron muy difíciles, recuerdo mi infancia como una época feliz”, relata la vocalista de ABBA.
Su padre, Alfred Hasse, abandonó Noruega con la rendición alemana, sin saber que su novia noruega, Synni, estaba embarazada de una niña. Fue otro de los componentes de ABBA, Benny Andersson, el que hizo las gestiones posibles para encontrar al padre y organizar un encuentro con su hija Frida. Todo se desencadenó con la publicación de un artículo sobre la infancia de Frida en la revista alemana “Bravo”, que luego fue adaptado a la televisión. “Por poco me caigo de la silla delante del televisor cuando descubrí que Anni-Frid era mi hija. No sólo significaba que tenía otra hija, una chica famosa, sino que también tenía que reconocerle a mi esposa mi relación con la madre de Anni-Frid cuando estuve de soldado en Noruega. Ella me comprendió. Mi relación con Synni, la madre de mi hija Frida, no fue una simple aventura, estábamos muy enamorados”. Hasse había contraído matrimonio antes de la guerra y su mujer alemana tuvo su primer hijo en 1943.  La cantante noruega salió de la reunión afirmando sentirse feliz de haber conocido a su padre al que por supuesto reconocía y quería, aunque “no puedo amarlo igual que si hubiera estado a mi lado mientras crecía”.

Annie-Frid encabeza la defensa de los “niños Lebensborn”
El divorcio de las dos parejas terminó también con la carrera musical el grupo ABBA.  Doce años después de la disolución del grupo, Frida lanzó un disco en solitario, pero sin demasiado éxito, para entonces ya era muy conocida su infancia y las compañías de discos y medios de comunicación le dieron la espalda.
En los años 80 se trasladó a Suiza donde se casó con el príncipe italiano Ruzzo Reuss en 1992, la hija de ambos Lise-Lotte murió de accidente de tráfico en 1998 y su marido de cáncer en 1999, a la temprana edad de 49 años. En virtud de ese matrimonio, Annie-Frid, la niña Lebensborn cuya abuela tuvo que sacar del país para evitar ser violada y torturada “oficiosamente” en un orfanato, se convirtió en Su Alteza Serenísima la Princesa Anni-Frid Reuss von Paulen con derecho a ser recibida en la Corte sueca. Desde mediados de los 90 lleva una vida reservada, y discreta que sólo rompe para participar en iniciativas relacionadas con la defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente.
En 1999 los niños germano-noruegos supervivientes –ya con sesenta años de edad– fundaron una asociación  en defensa de sus derechos.  Reivindicado su pasado sin ningún complejo, la asociación incluyó en su nombre el del proyecto ideado por las SS y se llamó Krigsbarnforbundet Lebensborn.
Frida, la niña Lebensborn más conocida, se comprometió firmemente con la asociación y no dudó en asumir el mayor compromiso personal,   encabezarla personalmente  y convertirse en  su cara visible.
La Asociación presentó una reclamación de compensaciones por abusos y discriminación ante el gobierno noruego, que fue desestimada. En2007,  154 de estos niños llevaron su caso al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que también lo descartó por “haber sido presentado demasiado tiempo después del fin de la Segunda Guerra Mundial”.

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