El fin de semana del 8, 9,10 de Abril tuvimos ocasión de participar en una salida de montaña en el pirineo aragonés, concretamente en el valle de Ballibierna para coronar el Aneto por su cara Sur. En la salida participamos miembros de diferentes grupos o asociaciones nacionalistas e identitarias de España (todos ellos montañeros) y casi todas pertenecientes al grupo excursionista AQUILA ADALBERTI, grupo organizador de la salida, que además de sus actividades montañeras y deportivas, también está involucrado en la defensa del enraizamiento, del medio ambiente natural y del modo de vida vinculado a la tierra, tan propio de nuestra cultura, el establecimiento de gestiones medioambientales, así como visitas a diferentes eventos de folklore y costumbres de toda nuestra geografía, tan importante para la preservación de nuestra identidad.
El encuentro de los diferentes participantes, tuvo lugar el viernes 8 de Abril por la noche en la población de Benasque, para su posterior subida a el Refugio de Coronas (pequeña cabaña sin guardar, en el centro del valle).
Llegamos al refugio pasadas las 12 de la noche y por encontrarse lleno, debido a la hora, tuvimos que improvisar y montar aislantes y sacos en los pocos huecos que quedaban por el suelo.
A las 5 de la mañana estábamos todos en pié para afrontar una larga jornada. Es importante bajar cuanto antes debido a las altas temperaturas que estaban haciendo este fin de semana y que dejaban la nieve por la tarde impracticable.
Una vez a la altura del Collado de Coronas, extraviamos la ruta y nos metemos en la boca del lobo. Es aquí donde empieza la verdadera aventura, cuando no se sabe cómo va a salir la cosa. La piedra es muy inestable y no deja de darnos problemas cada vez que entramos en contacto con ella, con desprendimientos que se hacen cada vez más peligrosos.
Hay gente con poca experiencia en alta montaña y otros que ya han estado alguna vez, pero nadie dá su brazo a torcer. Debido a la falta de material por parte de algunos miembros y a consecuencia de la altura que ya hemos alcanzado alguno de nosotros sin posibilidad de dar marcha atrás, nos vemos en la situación de dividirnos. En mi caso, he improvisado un rápel con otro camarada y nos disponemos a bajar al glaciar de la cara norte, en el cual se encuentra la ruta normal del Aneto, y por la que ascendemos hasta la cumbre. El resto de camaradas, después de varios intentos, ha encontrado al final la ruta buena que sube al Collado de Coronas y avanza también hacia la cumbre donde se cruza con nosotros ya de bajada.
Ha sido una experiencia muy positiva, en la cual todos nos hemos dejado seducir por la montaña, aceptando momentos de peligro, pero siempre sintiéndonos capaces de superar los obstáculos que se nos iban apareciendo, y estas experiencias son las que cuentan, porque son luego las que en la vida real nos van a ayudar a superar nuestras barreras morales.
Después de una bajada con una nieve intratable, hemos tenido que bajar a dormir al valle de Benasque, debido a la afluencia masiva de gente en el refugio.
Lo importante en montaña, independientemente de la cumbre son nuestras experiencias, nuestra lucha contra nosotros mismos, y el crear un ambiente de camaradería que nos haga olvidar momentáneamente al yo personal. Esperemos repetir muchas más veces este tipo de salidas.
J.J Villapalacios (Area Identitaria)