IDEARIO
POLÍTICA SOCIAL
Impulso es una asociación cultural, deportiva y de promoción social. En base a ello, reclamamos una verdadera política social, orientada a las personas y no a sus votos, al desarrollo y no al parasitismo.
No creemos en las subvenciones, creemos en el trabajo.
POLÍTICA
No estamos buscando un asiento en el Pleno del Ayuntamiento. Ni somos ni pretendemos ser un partido político, ni estamos siquiera vinculados a alguno. Creemos en la política comprometida: de calle, de vecindario, de barrio, de ciudad, de gente; no de políticos partidistas ni de grupos de presión. Sin sindicatos subvencionados, sin empresarios influyentes, sin favores a grupos bancarios; sólo con trabajo y voluntad.
ECONOMÍA
La economía no es algo abstracto, intangible, sino que forma parte de la definición de un pueblo, es el medio que le permite vivir y prosperar. Consideramos que la economía debe ser un instrumento de la comunidad popular, y no a la inversa. No creemos en la banca, ni en la bolsa; creemos en el trabajo. Defendemos la autonomía económica de cada pueblo frente a mandatos foráneos y entidades privadas, una economía social y responsable que sea expresión de nuestro trabajo y nuestra imaginación. Un modelo económico que sea sinónimo de libertad.
INMIGRACIÓN
Nos negamos a entender la inmigración como un poema romántico sobre el intercambio cultural. Muy al contrario, este fenómeno se manifiesta como un auténtico drama familiar, social, laboral, político, económico y cultural, tanto para los países emisores como para los receptores. Los conflictos que no existen para los políticos son un hecho en las calles y un problema social latente y potencial.
Por otro lado, la inmigración, buscada y promocionada por los agentes estatales, favorece la competencia desleal en el ámbito laboral, la disminución salarial y la reducción de garantías que, a su vez, es una fuente de problemas para los trabajadores locales. Por todo esto, nosotros abogamos por una notable reducción de las facilidades de entrada en los países receptores, apoyando la creación de un sistema que facilite el retorno de los inmigrantes a sus países de origen, y por el desarrollo de los países emisores para atajar de raíz las causas que favorecen el fenómeno migratorio.
Defendemos la identidad de cada pueblo, su idiosincrasia y su cultura frente a injerencias extrañas. Y no nos acomplejamos al defender nuestras raíces.
VIVIENDA
Creemos necesario hacer valer el derecho a la vivienda, a la propiedad de la casa, a la lógica que obliga a que cada persona pueda contar con un techo sobre su cabeza, con un hogar digno donde poder desarrollarse personal y familiarmente. Criticamos sin reparos el sistema hipotecario y la complicidad de las instituciones públicas. Defendemos unas condiciones justas y asequibles que favorezcan la adquisición de una vivienda.
CULTURA
La cultura es la máxima expresión de un pueblo, la síntesis del ADN colectivo transmitido durante generaciones. Nosotros somos conscientes de la necesidad de defender la nuestra. No nos sentimos vinculados a las modas ni a una cultura del consumismo y la comodidad, necesitamos reconocer la cultura como un componente imprescindible de la calidad humana, como una verdadera fuente de conocimiento y formación aplicable en el día a día.
JUVENTUD
Creemos en la fuerza explosiva de la juventud para levantarse frente a la gerontocracia imperante. Queremos dejar de sentirnos utilizados y mirar al mañana, con la inocencia y el atrevimiento que sólo tienen aquellos que todavía sueñan con los ojos abiertos. Es necesario recuperar una juventud rebelde y activa. Insolente, potente y contestataria, dispuesta a vivir sus años de esplendor vertiginosamente. Decidida, comprometida y cívica. Ardiente, sacrificada y solidaria. Sin nada que perder, puestas las miras en un mundo mejor. Con la imaginación suficiente para dibujar el futuro y el temple necesario para no acobardarse ante el tamaño del lienzo.
En resumidas cuentas, lo que queremos es un mundo nuevo. Tenemos la ilusión de verlo realizado y la firmeza suficiente para construirlo. Y todo lo demás, que lo digan nuestros actos.
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