Multitudinaria manifestación ayer 21 de enero en Budapest, ante las imposiciones de la Unión Europea. Entre 100.000 y 300.000 húngaros protestaron por las imposiciones económicas, recortes e ingerencias que el vértice mundialista de la UE quiere aplicar a Hungría, y ante las cuales, el primer ministro Orban planea ceder debido a las presiones. Hace una semana eran los identitarios de Jobbik los que movilizaban a miles de hungaros por la misma causa, ayer el pueblo volvía a la calle en un acto que se reconoce como un importante apoyo popular a la resistencia del gobierno ante las presiones de los mercados y de las directivas del gobierno tecnócrata europeo cómplice.
La manifestación estaba encabezada por una pancarta que decía: “No nos convertiremos en una colonia”.