Con aproximadamente 3.573.767 de votos los identitarios franceses retornan a la Asamble Nacional después de veinte años, tras haber sido excluídos debido a la antidemocrática legislación electoral que penaliza duramente a partidos como el Front National. El FN, continúa siendo la tercera fuerza política de Francia con el apoyo del 13,77% de los votantes, sin embargo consigue unicamente dos escaños en la Asamblea, de un total de 577. Para hacernos una idea de la poca representatividad proporcional que tiene este sistema electoral baste decir que la izquierda, con un 39'72% y 9 millones de votos consigue 325 diputados, la derecha con el 30,81% y 8 millones, 224 electos, mientras que los ecologistas obtienen 18 con un millón y medio de votos, el 6,27%.
Marine Le Pen, ganadora en la primera vuelta en la circunscripción de Henin-Beaumont no consiguió finalmente el escaño a pesar de obtener el 49,9% de los sufragios al tener que competir con la suma de todas las formaciones de la izquierda y de parte del electorado conservador, que dieron su voto al candidato del Partido Socialista imponiéndose por escasos 114 votos. Sí entra en la Asamblea Marion Marèchal Le Pen, nieta del fundador del Front National, estudiante de derecho de 22 años que se convierte en la diputada más joven del hemiciclo, tal como fue el caso de su abuelo que con 27 años fue también el diputado más joven en 1956, Marion se impuso en Carpentras a pesar de un intento de consigna de voto al candidato de la derecha sarkozista por parte del Partido Socialista . A Marion se une el abogado Gillbert Collard, también del FN y al veterano identitario y alcalde de Orange Jacques Bompard que se presentó en una lista ajena al FN elegido con el 58% de los votos.
