BOLSA.- La burbuja simoníaca, el transformador en cifras de cualquier cosa, el escenario de conquista y rapiña de las familias dominantes; el motor discreto del terrorismo y de las guerras ocultas. A cada época el templo que merece: para ésta está la Bolsa. Yo prefiero la Fortuna Primigenia o el Partenón.
Gabriele Adinolfi
Tortuga. La isla que (no) existe.
Ediciones Midjungards