"Dialécticamente se tiende a establecer una relación de causa efecto entre la colonización de finales del siglo XIX y la inmigración de masas que sufre Europa desde mediados del XX. El paralelismo no es del todo correcto, pero sí hay síntomas y características comunes a ambos procesos beneficiosos para el gran capital, complementados por destrucciones de identidades y equilibrios económicos a lo largo y ancho del planeta.
Sin duda tanto la Colonización como la inmigración son perniciosos fenómenos que obedecen a una misma lógica mundialista y tiene la misma justificación ideológica liberal-marxista."
Con esta frase inicia Enric Ravello en su blog un completísimo análisis sobre la inmigración, el colonialismo y las distintas fases del proceso de globalización mundial al que el mundo se ve sometido, un proceso tan injusto para los pueblos del tercer mundo como criminal y etnocida para Europa. Desde el imperialismo y el capitalismo financiero o la valoración marxista del colonialismo a la falacia de la integración, pasando por un certero análisis de la inmigración y del liberalismo como principio ideológico de la misma, para llegar al final del artículo a la, a nuestro juicio, única solución posible, la identitaria: " tenemos que contestar tanto a los fenómenos de colonización como a la amenaza demográfica que representa la inmigración, pero siempre haciéndolo desde la solidez de nuestros parámetros ideológicos y el rigor de un pensamiento anticosmopolita, que valora la existencia de los pueblos, que se opone radicalmente a la idea del mercado-mundo y que no cree ni en asimilaciones ni en conversiones sino en la personalidad colectiva basada en la herencia y en la historia.
Frente al colonialismo, los identitarios proponemos la idea de los grandes espacios económicos autosuficientes. Esos espacios vienen definidos por la comunidad de civilización, de historia y de consanguineidad.
Frente a la integración y asimilacionismo, proponemos la idea de Estado como instrumento de la comunidad popular y de expresión de una sociedad monoétnica. Ése fue el sentido de la democracia griega, que no entendía de otro modo a la polis, el sentido del Senado romano y de las asambleas de guerreros germánicas"
Un actualísimo y esclarecedor análisis que desde Area Identitaria recomendamos vivamente.
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