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sábado, 6 de noviembre de 2010

NATALIDAD EUROPEA, EMERGENCIA NACIONAL





"La economía española necesitará la llegada de 4,1 millones de inmigrantes en el año 2034 para reemplazar a la población en edad laboral, que no superará los 11,1 millones de personas frente a una población jubilada de 15,3, según el informe anual sobre migraciones de la Fundación CeiMigra. Este estudio ha sido presentado este miércoles en Valencia por el conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco; el vicepresidente de la Fundación Bancaja, José Vicente Torres; el vicepresidente del patronato de CeiMigra, Vicente Durá; y el director de esta fundación, Darío Mollà.", el diario digital 20 minutos daba la noticia, ampliamente contestada por sus lectores, la pasada semana. La Fundación Cei-Migra (Centro de Estudios para la Integración y Formación de Inmigrantes), es una organización institucional promovida y patrocinada por la Generalitat Valenciana y diferentes cargos del Partido Popular centrada en el apoyo a la multiculturalidad y en el apoyo a la realidad inmigrante en la Comunidad Valenciana-realidad por otra parte altamente preocupante ye impulsada por el partido en el gobierno-, y entre sus principales impulsores se encuentra el conseller del PP, Rafael Blasco. A través de este tipo de instituciones semipúblicas, sostenidas con el dinero de los contribuyentes, el gobierno del PP de la Comunidad Valenciana intenta justificar sus políticas pro-inmigracionistas en uno de sus más fieles territorios. Como se puede ver en el mismo artículo, para Blasco y sus colaboradores es un grave problema la posibilidad de retorno de inmigrantes, y como razones que justifican la necesidad masiva de inmigrantes, el Cei-Migra subraya que los inmigrantes son necesarios,  la "baja natalidad, el envejecimiento de la población, la dificultad para sustituir a los trabajadores jubilados y en consecuencia mantener el sistema de la Seguridad Social y la insuficiencia creciente del consumo interno"."La Comunitat Valenciana tiene actualmente una población extranjera de 884.000 personas, lo que supone el 17,3% de su población, pero a pesar de que tanto la población española como la extranjera sigue aumentando, la cantidad de personas que alcanza la edad de jubilación es mucho mayor. Según el estudio, una disminución drástica de la entrada de población inmigrante aliviaría coyunturalmente la gestión del desempleo, pero haría peligrar los sistemas de pensiones y la sanidad".
Es decir, que para estos adalidades del multiculturalismo y la inmigración, la inmigración, a pesar de incidir en el agravamiento del gravísimo problema del desempleo en España, son necesarios, debido al descenso de la natalidad.
Para el PP, al igual que para el resto de partidos parlamentarios españoles, el freno de la llegada masiva de inmigrantes a nuestro país parece ser un problema importante. Obvian que quizás el problema sea otro y mucho más grave: el  dramático hundimiento de la natalidad autóctona.
En el 2034, la población laboral no podrá sostener los sistemas sociales de sanidad y pensiones porque la población española no tiene hijos. Para solucionar este problema, los partidos políticos del sistema han llenado España de inmigrantes. Consecuencias: mayor gasto social, disminución de la natalidad autóctona, aumento de la conflictividad social y peligro de desaparición de la identidad europea.
¿Cúales son a  como europeos las soluciones ante esta situación?
-Repatriación inmediata de los excedentes de inmigrantes. Favorecería la recuperación de los índices de desempleo para la población autóctona en un momento de grave crisis económica y paralelamente se aliviarían las condiciones laborales asociadas a este problema. Supondría un ahorro en el gasto social y sanitario que provoca la inmigración, y desaparecerían conflictos como el nivel de delincuencia provocado por la inmigración, discriminaciones para los ciudadanos atóctonos y la pérdida de la identidad. No debe residir en nuestras tierras ningún inmigrante mientras la situación política y económica no permita que todas las familias autóctonas cuenten con un empleo digno y gocen de una protección social mínima que garantice su existencia y supervivencia con posibilidades de libre desarrollo.
-Plan de emergencia para la recuperación de la natalidad autóctona: Medidas destinadas a ayudar a la recuperación demográfica: Extensión en el tiempo de los permisosde maternidad para el cuidado de los hijos, flexibilidad en las excedencias de las madres, ayudas económicas y subvenciones similares a las existentes en otros países europeos para las familias autóctonas- en España han desaparecido con la crisis las insuficientes ayudad existentes- y salario para las madres que decidan ocupar su tiempo en el cuidado de sus hijos durante sus primeros años de vida garantizando la libre elección de la madre de cuidar la descendencia familiar, subvención de guarderías públicas, libros de texto y transporte escolar , subvención para la investigación y aplicación de programas de infertilidad trabajando en contacto con las numerosas clínicas privadas dedicadas a esta materia, políticas de protección de la maternidad enfocadas a la defensa de las madres trabajadoras- es inconcebible que muchas empresas presionen a sus trabajadoras para que piensesn que al quedarse embarazadas puedan perder su empleo o que las aspirantes  a puestos de trabajo deban dejar claro que no tienen idea de quedarse embarazadas en los próximos años-, concliciación del trabajo y la vida familiar, flexibilidad de horarios laborales con la función de la maternidad, agilización y promoción de adopciones de niños autóctonos para las parejas infértiles,  y ayuda a madres sin recursos, son solo algunas de las medidas urgentes que cualquier estado responsable debería tomar para mantener una natalidad mínima, como preludio a un cambio revolucionario en las políticas nacionales y sociales que garanticen derechos básicos como un trabajo de suficiente remuneración para el mantenimiento desahogado de familias numerosas y la libre elección de la madre de dedicarse a la maternidad en lugar de a un oficio remunerado, la  protección de la vivienda y la asistencia social, actuaciones que  librarían definitivamente a los pueblos de las suicidas políticas liberales y capitalistas que hoy todavía son sostenidas en el poder con los votos y la  claudicación de numerosos ciudadanos.  La maternidad ha de ser defendida frente al beneficio económico de unos pocos.
Para recuper la natalidad autóctona, estas medidas deberán en el futuro ser de obligatorio y urgente cumplimiento.
Solo de esta manera, nuestro pueblo tendrá posibilidades de sobrevivir, y solo de esta manera, un sistema social justo y equilibrado podrá funcionar en el futuro.
Si los futuros gobiernos europeos no empiezan a tomar este tipo de medidas en los próximos años, el futuro dejará de ser gris y solo habrá un color que lo defina: el negro.
La única esperanza de los pueblos eueropeos radica en la aplicación de las iniciativas políticas identitarias y nacionalistas, que ya despuntan en algunos países de Europa, y que incluyen en sus programas propuestas de recuperación demográfica altamente avanzadas. En nuestro país,  Plataforma per Catalunya que concurre a las elecciones autonómicas catalanas con altas probailidades de éxito, se encuentra empeñada en ganar la batalla demográfica, y se hace eco en su programa de este gravísimo problema, afirmando que "la natalidad y la maternidad son un bien social y como tal hay que protegerlo", anticipándose al informe de la Fundación Cei-Migra, acusa a los partidos hasta ahora mayoritarios de no haber puesto en práctica ninguna medida en los últimos treinta años para resolver la axfisiante decadencia de nuestra natalidad y de pretender sustituir la falta de niños autóctonos con la llegada de más y más inmigrantes que cubran este vacío demográfico". Semejante política, como bien recuerda la PxC, solo merece un calificativo: Suicida. Aumento de ayudas económicas para las familias, créditos para familias jóvenes, discriminación positiva en los incentivos fiscales, ayudas a familias numerosas, prioridad para los autóctonos en cuanto a concesiones de trabajo a padres de familia, ayudas a las becas, comedores escolares etc, y creación de una Agencia de Adopción son algunas de las revolucionarias propuestas que se hallan en su programa electoral. Solo promoviendo este tipo de iniciativas podremos frenar el proceso de desaparición de nuestro pueblo y de nuestras instituciones sociales tal cual las conocemos.
Los demás, los del PP , PSOE y demás partidos  cómplices, los que callan y los que consienten en un problema tan grave como este serán los responsables del desastre que  se avecina en Europa.
Por ello es tiempo de cambiar y de ser consecuentes con la identidad europea. La lucha por la natalidad autóctona europea ha de ser una de las reivindicaciones urgentes y principales de nuestra lucha. Solo de esa manera las conclusiones de informes como los del Cei-Migra quedarán como lo que son: propuestas suicidas, traidoras y ridículas.
Si no se actua pronto en este sentido, todo lo demás, no valdrá para nada.

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